En los últimos años escuchar hablar de transición energética se ha vuelto mucho más mediático. Debido a razones ambientales, económicas, políticas y de estilo de vida, se ha observado una mayor necesidad de energías limpias, renovables y sostenibles.
La transición energética son las medidas que se toman para cambiar hacia un sistema energético más limpio, sostenible y seguro.
Las energías limpias y sostenibles hacen referencia a fuentes de energía que son renovables y su impacto con el medio ambiente es reducido. Este tipo de fuentes de energía son renovables y también deben ser no agotables, lo que significa que no se agotará con el tiempo y no causarán daño adicional al medio ambiente.
Estas definiciones suenan bien en el papel, pero la limpieza y la sostenibilidad es un debate que en la actualidad todavía se da y se seguirá dando. Por ejemplo, la necesidad de extraer minerales para la fabricación de equipos que puedan producir energía limpia puede ser un tema para hablar por horas.
Sin embargo, la necesidad de producir fuentes de energía alternativas es el punto de esta entrada.
Los gobiernos y países son los principales actores en la toma de decisiones para poder crear estas oportunidades de producción energética. Sea cual sea el camino eso implica cambios y oportunidades para diversos actores como grupos de ingeniería, mantenimiento y producción.
A continuación, enumeramos algunos puntos importantes que la transición energética pueden incluir:
- Cambios en la producción y consumo de energía: De manera evidente la transición energética implica una mayor utilización de fuentes de energía renovable y una reducción en el uso de combustibles fósiles, que son una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero. Esto puede requerir la implementación de políticas y programas que fomenten la adopción de tecnologías limpias y la eficiencia energética.
En este punto los gobiernos pueden tomar medidas que deriven en colaboración con la academia o sectores privados para poder avanzar a más y mejores tecnologías.
- Desafíos en la infraestructura energética: En muchos casos hacer transición energética implica la necesidad de una renovación y modernización de la infraestructura energética existente.
En todos los procesos, desde la generación y transmisión de energía hasta la distribución y uso final en las viviendas y locales comerciales, se debe tener en cuenta los nuevos requerimientos. En muchos casos puede necesitar una inversión significativa en nuevas tecnologías y en la construcción de nuevas plantas y líneas de transmisión.
- Cooperación en la política energética: La transición energética es complicada si no hay colaboración entre naciones.
Cambios en la política energética local deben estar ligados a planes globales que permitan tener metas en conjunto.
- Oportunidades de crecimiento económico: Si bien hacer una transición energética es compleja y requiere el trabajo de muchos actores en el corto plazo, hay grandes oportunidades hacia el largo plazo.
En la actualidad la generación de energía genera miles de trabajos que pueden adaptarse cuando se hagan implementaciones de tecnologías alternativas. Construir, producir y mantener será necesario para poder tener implementaciones exitosas.
- Capacitación de personal técnico: Como vimos en el punto anterior muchos de los trabajos realizados por profesionales tendrán que adaptarse a las nuevas tecnologías. Por eso es importante que todo personal técnico de todos los niveles se capacite para poder aprovechar las oportunidades que se vayan abriendo en el mercado.
Al final del día para hacer una transición energética exitosa no hay fórmula mágica. Hay trabajo de muchos actores y profesionales de diversas disciplinas que deben poner el conocimiento y el bien de la gente para poder llevar energía de una manera responsable y sostenible en el tiempo.
